hoy me cago en vos.

Me cago en vos, en tu puta mente occidental cerrada y conservadora que se pone a la defensiva cuando ve, cuando ve cosas que tratan de ir más allá de la puta realidad que tu pequeña cabeza retorcida no puede afrontar, porque te da miedo, te da miedo arriesgarte, y el miedo hijo de mil puta te hace reaccionar como un troglodita que golpea las cosas con palabras sacadas de la mismísima podredumbre, abajo, ahí en una cloaca llena de mierrda que te llena la cabeza diciéndote que porquerías están bien y que cosas están mal, y entonces venís, vos , pelotuda, con toda tu altanería sacada de una revista llena de artículos de autoayuda que me dan asco, venís y me saltás con tus choteras de novela de las cuatro de la tarde? sabés que también me cago en tu falsa confianza que vaya uno a saber de donde puta la sacás, esa falsa confianza (que quizá un poquito me gustaría tener, un poquito) que te hace pensarte mejor que otros millones de seres humanos y me cago en vos y en tus kilos de maquillaje, me cago en vos y en las tres horas y media que estuviste peinandote, en el tiempo que invertiste para que el jean estuviera a tono con la remera y las zapatillas que te clavaste, ¿para qué? ¿para venir a plantearme semejante pelotudez? ¿para creerte el ojete del mundo? sabés que? tengo dos tetas, y me las podes chupar, idiota.

me cago en vos, y me cago en todas las putas cosas que dejaron que pudieras llegar a pensar así,